Como te he venido relatando, Veron y yo llegamos a Colombia para visitar la costa atlántica. Nuestra parada era el balneario de Taganga en Santa Marta.

“Barranquilla y Santa Marta estuvieron muy soleadas en contraste a lo nublado que estuvo Cartagena cuando llegamos”.

No fue difícil llegar a Taganga, pero muy emocionante la verdad. Partimos temprano luego de aprovisionarnos de los suficiente que necesitaríamos allí, abordamos un pequeño bus azul que va por la ciudad y concluye su recorrido en ese distrito. Lo bueno es que donde subimos ya la ruta estaba saliendo de la ciudad.

El pasaje fue muy cómodo para ir allá, yo creí que iba a ser otro recorrido largo y posiblemente agotador pero contrariamente fue bastante rápido, pues la buseta salía de la ciudad bastante cerca de nuestra hotel, unas cinco cuadras a lo mucho.

Al llegar nos topamos con un balneario de pescadores quienes explotan muy bien el atractivo turístico del lugar, rústico y bonito. Abordamos una lancha que nos llevó al lugar exacto el cual también era accesible por tierra, pero el goce es sin duda realizarlo en bote.

Buseta a Taganga.

Desde aquí salen los botes.

“Fue un gran día de relax, Veron y yo conversamos mucho, realmente la pasamos muy bien deleitándonos con el paisaje”.

Huelga decir que la vista del lugar es impresionante. Barranquilla y Santa Marta estuvieron muy soleadas en contraste a lo nublado que estuvo Cartagena cuando llegamos allí. Por lo que debo recalcar que ese día el clima estuvo fenomenal. La playa y el mar estaban fabulosos, el ambiente paradisíaco. No se podía pedir otra cosa ya que era lo más cercano que teníamos a estar en el edén.

Fue un gran día de relax, Veron y yo conversamos mucho, realmente la pasamos muy bien deleitándonos con el paisaje. No hay tanto que contar aquí ya que fue un día bastante especial entre los dos, fue más que nada asolearnos, cotillear y disfrutar, por lo que dejo las imágenes que más me gustaron.

Vista de los hoteles desde el bote.

Unas imágenes naturales increíbles.

Amanecer con la vista que ofrece ese hotel debe ser maravilloso.

Bungalows en Taganga.

Hermosa arquitectura con una vista brutal del mar.

Si regreso sin duda buscaré alojarme allí.

Vistas de la playa.

Taganga en todo su esplendor.

Excelente para pasarlo en familia.

Disfrutarlo en cualquier ocasión.

O con aquella persona especial a quien tanto amas.

Y es que es real lo que dicen sobre Colombia…

…”El peligro es que te quieras quedar.”

“Es un espectáculo sinceramente imperdible aunque no llegamos a ir a Tayrona ni hicimos el trekking a la ciudad perdida”.

Y así se fue acabando el día, contentos y reconfortados por el relax además de la tranquilidad que nos trajo este paradisíaco sitio que nos ofreció Colombia, regresamos a la ciudad. No sin antes pasearnos y tomarnos algunas fotos más por el balneario.

Lo que realmente llegó a ser impresionante fue el ocaso del sol en el mar. Es un espectáculo sinceramente imperdible y puedo decir que no tiene comparación aunque no llegamos a ir a Tayrona ni hicimos el trekking a la ciudad perdida. Bueno, quizás para la próxima ocasión.

Finalmente en esa noche salimos a comprar artesanías para llevarlas como recuerdos y regalos a la familia. También era menester para mi encontrar un lugar donde cenar que no le cayera mal a Veron. Ya muy entrada la noche llegamos contentos pero muy rendidos al hotel.

Hermoso ocaso del sol en la playa.

Continuará…