Lumbocialtagia se ha convertido hoy día en una palabra que me ha generado muchas dudas, inseguridades y, finalmente, temores. La primera vez que la oí solo atiné a decirle a mi doctora: -“Lumbocia… ¿qué?”, -“Lumbociatalgia” fue lo que respondió.

Yo solo pensaba como esda palabra significaba entrar a una de las mayores pesadillas que he tenido en mi vida. Además de como saber pronunciar esa nueva palabra que ingresó en mi léxico, y sin duda buscaría en la Internet. Desde que estoy metido en este nuevo proyecto de empresa sabía que no iba a ser algo fácil de salir.

Lo digo especialmente ahora que ya se está terminando este año 2015 que ha sido tan salvajemente malo para mi. Pero al menos ahora voy aprendiendo como ir integrando no solo aquella palabra sino el mal que viene con ella.  Sobrellevando todo ello junto a que debo seguir dobleteando con mi actual trabajo el proyecto que he iniciado hace poco.

Poco a poco vamos encontrando un personal que sea lo suficientemente identificado con los mismos objetivos de la empresa.”

El proyecto.

Porque ya vengo acostumbrandome a este mundo del aire acondicionado, el cual me ha significado ir aprendiéndolo desde cero. Lo bueno es que ya tengo un equipo a mi cargo, aunque el personal todavía no me dura mucho. Si bien lo disfruto el trabajo es fuerte, yo también tuve que iniciar como un ayudante de técnico para aprender.

Y si bien reconozco que ese aprendizaje ha hecho que me vuelva exigente, las cosas se están dando positivamente. Poco a poco vamos encontrando un personal que sea lo suficientemente identificado con los mismos objetivos de la empresa. Ser selectivo no es fácil pero cuando se empieza a ver resultados es satisfactorio, por eso repito, disfruto mi trabajo.

Luego de los primeros dolores fui al médico con el temor que me dijera que era la lumbalgia otra vez.”

Conociendo al mal.

Pensaba decir muchas otras cosas pero no solo he tenido problemas con que dure la gente en la empresa. A pesar de los diversos cuidados que hemos tenido en el trabajo me he lesionado la espalda por segunda vez. No fue a propósito obviamente, dudo que alguien en sus cinco sentidos quiera hacerse daño de forma conciente, pero sucedió.

Luego de los primeros dolores fui al médico con el temor que me dijera que era la lumbalgia otra vez. Es que siendo sincero, tal y como estaba padeciendo el día anterior todo indicaba que ese mal había regresado. Bueno, luego de unos pequeños análisis mi doctora, la cual me atendió muy bien, me dijo que no tenía lumbalgia.

En un inicio estaba cabreado conmigo mismo porque parecía que había encontrado la forma de como joderme aún más.”

Lumbociatalgia.

En un inicio suspiré de alivio, -“Pheewww…”, pensé yo, pero un instante después ella me comentó, -“Usted tiene lumbociatalgia”. Y yo me quedé en blanco como un estúpido atónito, por ello le dije a la doctora: -“Lumbocia… ¿qué? -“Lumbociatalgia”, me respondió ella, lo cual en resumidas cuentas es la lumbalgia más la ciática, y sí que dolía como ambas.

Osea, encima que ya estaba hecho mierda mal esta vez se hizo más fuerte el dolor de mi espalda baja. En un inicio estaba cabreado conmigo mismo porque parecía que había encontrado la forma de como joderme aún más. Aunque mi doctora me dijo que era un mal superable, eso sí, debía tener mucho cuidado desde ahora en adelante.

Pero por muy ligeras que eran los roles en los que yo intervenía, al parecer no fuí lo sucifientemente cuidadoso.”

Mea culpa.

Debo reconocer que mucha culpa la tengo yo pues en su momento no le presté atención cuando solo era lumbalgia. Incluso en un principio estuve automedicándome solo con calmantes que unicamente me suprimían el dolor y así podía seguir trabajando. Ya que la intención de seguir aprendiendo hizo que siguiera una costumbre bastante común en Perú, lo cual me perjudicó.

Agregándole que a la primera semana de salir de alta, estuve asistiendo a ver los equipos y mantenimientos programados. Realmente yo no me esforzaba mucho en mi trabajo debido a las recomendaciones del primer doctor que me atendió. Pero por muy ligeras que eran los roles en los que yo intervenía, al parecer no fuí lo sucifientemente cuidadoso.

Pero por muy ligeras que eran los roles en los que yo intervenía, al parecer no fuí lo sucifientemente cuidadoso.”

Conclusión.

Por ello realizo este mea culpa, lo mejor era no trabajar durante el tratamiento y sin embargo lo hice. Así que por ahora me queda es solo esperar a terminar mis terapias de rehabilitación para volver a laborar. Lo gracioso es que, ahora, cuando lo cuento, mis amigos en un momento u otro siempre me dicen: -“Lumbocia… ¿qué?”

Voy a continuar trabajando, voy a seguir aprendiendo para poder organizar mi proyecto, la lumbociatalgia no me va a detener. Pero deberé ser el doble de cuidadoso de aquí en adelante, imagino que limitaré aún más mis labores técnicas. Pero tengo un equipo que se va formando, gente que va demostrandome que puedo delegarles ciertas funciones y ser productivos.

Hasta la próxima entrega.